La impresión UV es un método único de impresión digital que utiliza luz ultravioleta (UV) para secar o curar tinta, adhesivos o recubrimientos casi inmediatamente después de que entran en contacto con el papel, aluminio, cartón pluma o acrílico; de hecho, siempre que quepa en la impresora, la técnica se puede utilizar para imprimir sobre casi cualquier cosa.
 
 		     			La técnica de curado UV —el proceso fotoquímico de secado— se introdujo originalmente para acelerar el secado de los esmaltes de uñas en gel utilizados en manicuras, pero recientemente la industria de la impresión la ha adoptado para imprimir en todo tipo de soportes, desde letreros y folletos hasta botellas de cerveza. El proceso es el mismo que el de la impresión tradicional; la única diferencia radica en las tintas utilizadas y el proceso de secado, lo que se traduce en productos de calidad superior.
En la impresión tradicional se utilizan tintas solventes, las cuales pueden evaporarse y liberar compuestos orgánicos volátiles (COV) perjudiciales para el medio ambiente. Este método también genera y utiliza calor y un olor característico. Además, requiere polvos en aerosol para facilitar la transferencia de tinta y el secado, proceso que puede durar varios días. Las tintas se absorben en el soporte de impresión, por lo que los colores pueden verse deslavados y apagados. Este proceso de impresión se limita principalmente al papel y la cartulina, por lo que no se puede utilizar en materiales como plástico, vidrio, metal, lámina o acrílico, a diferencia de la impresión UV.
En la impresión UV, se utilizan lámparas de mercurio/cuarzo o LED para el curado en lugar de calor. La luz UV de alta intensidad, especialmente diseñada, sigue de cerca la aplicación de la tinta sobre el soporte de impresión, secándola inmediatamente. Dado que la tinta se transforma de sólido o pasta a líquido casi al instante, no se evapora, por lo que no se liberan COV, humos tóxicos ni ozono, lo que convierte a esta tecnología en respetuosa con el medio ambiente y con una huella de carbono prácticamente nula.
La tinta, el adhesivo o el recubrimiento contiene una mezcla de monómeros líquidos, oligómeros (polímeros formados por pocas unidades repetitivas) y fotoiniciadores. Durante el proceso de curado, la luz de alta intensidad en la región ultravioleta del espectro, con una longitud de onda entre 200 y 400 nm, es absorbida por el fotoiniciador, que experimenta una reacción química (reticulación química) y provoca el endurecimiento instantáneo de la tinta, el recubrimiento o el adhesivo.
Es fácil comprender por qué la impresión UV ha superado a las técnicas tradicionales de secado térmico con agua y solventes, y por qué se espera que su popularidad siga creciendo. Este método no solo acelera la producción —lo que significa que se imprime más en menos tiempo—, sino que también reduce las tasas de rechazo gracias a la mayor calidad. Se eliminan las gotas de tinta húmeda, evitando así el roce y las manchas, y como el secado es casi inmediato, no hay evaporación y, por lo tanto, no se pierde espesor ni volumen de la capa. Se consiguen detalles más finos y colores más nítidos y vivos, ya que no hay absorción en el soporte de impresión: elegir la impresión UV en lugar de los métodos de impresión tradicionales puede marcar la diferencia entre producir un producto de lujo y uno que transmita una sensación de menor calidad.
Las tintas también presentan propiedades físicas mejoradas, un acabado brillante superior, mayor resistencia a rayaduras, productos químicos, disolventes y dureza, mejor elasticidad y un acabado más resistente. Además, son más duraderas y resistentes a la intemperie, y ofrecen una mayor resistencia a la decoloración, lo que las hace ideales para señalización exterior. El proceso también resulta más rentable: se pueden imprimir más productos en menos tiempo, con mejor calidad y con menos rechazos. La ausencia de emisiones de COV (compuestos orgánicos volátiles) prácticamente reduce el impacto ambiental y convierte esta práctica en más sostenible.
Hora de publicación: 29 de mayo de 2025




 
 				